Los Molestantes
Este cuento es de Fernando Ramirez, alias Fernando III, el cual es amigo personal mio (aunque generalmente tengamos problemas por temas como las fechas de celebracion de nuestros cumpleaños).
Los dejo con uno de los mejores cuentos de Rami. Disfrutenlo
Diego
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La apnea crónico-súbita es un verdadero problema. Sobre todo cuando tomas el último metro de la noche con dirección Escuela Militar. Si te quedas dormido profundamente, puede ser que te pasen por alto al momento de guardar el tren por la noche.
Y ahí estaba yo, preocupado y encerrado a las 3 de la mañana dentro de un vagón de metro. En eso , escuché voces...mi instinto de supervivencia me advirtió de inmediato del peligro. “Son extraterrestres” , pensé.
Cuando se prendieron las luces y se abrieron las puertas, dudé antes de salir. ¿Cómo era posible que se abriesen a las 3:15 de la mañana? Además, se bajaron unas 50 personas del metro. Seguramente estaban escondidas debajo de los asientos y entre los vagones, deduje. Uno de ellos me estiró la mano. -“Don Gonzalo Gutiérrez, para servirle. ¿Es usted nuevo?”
Más por miedo a decir que no que por convicción, asentí con la cabeza.
Se abrió una puerta entre las paredes grises.
“Bienvenidos a nuestra reunión secreta número 326”. El orador hablaba con el tono eficiente de los cajeros de banco. “Tenemos varios temas hoy en nuestra agenda....”
Yo estaba dentro por una organización secreta...de eso no había duda. El problema es que no logré comprender nada hasta que enunciaron su objetivo: “Hemos de molestar a los mortales y hacerles la vida imposible”.
Se hacían llamar “Los Molestantes” . Su trabajo era ese: Hacernos la vida a todos más difícil. Yo sabía que existían personas así, pero todas trabajaban de forma aislada, nunca de forma organizada. Estos tipos eran peligrosos. Los días 30 salían en patota a hacer la cola más larga en los bancos de Santiago. Lo peor: cuando llegaban al final, hacían la cola de nuevo...
Suelen tomarse de las manos y caminar lento por los paseos peatonales. Su día favorito: 24 de diciembre, como a las 4 pm.
Solían averiguar el día en que los discos del Pollo Fuentes eran sacados de las disquerías y, acto seguido, compraban las suficientes copias para mantenerlo en circulación...estos tipos eran unos verdaderos terroristas...si hasta tenían una división especializada en llamar a las radios y pedir 1000 veces la canción “Chuchuca”.
A la hora en que se reanudó el servicio del metro, los molestantes se mezclaron entre la gente, pasando desapercibidos con sus ternos grises y corbatas azules.
El problema es que desde ese mismo momento, entré en un estado de constante paranoia, viendo a los Molestantes por todo Santiago.
En la micro, en la consulta del dentista, en la dirección del tránsito.
Además, me di cuenta de que Santiago está lleno de este tipo de personas...
Una vez que terminé los exámenes de mi Universidad, me fui a relajarme a un cine-arte. La apnea crónico-súbita me hizo perderme la película. No creo que me haya perdido mucho...era de cine-arte.
Me despertaron unas fuertes luces. Sobre el escenario, un orador. “No”, me dije, “otra vez los Molestantes”...pero esta vez, la voz me sacó de mi sopor. Era una voz con fuerza, reconfortante y segura.
“-Damos por comenzada la sesión número 456 de Los Hombres Capaces...”
No lo podía creer. Existía una sociedad secreta que intentaba contrarrestar el poder de los Molestantes mediante obras que hacen la vida más fácil a los demás.
Los Hombres Capaces son esas personas que te siguen cuadra y media para avisarte que se te quedó el abrigo en el restaurant. Además , le ceden el asiento a las ancianas y frenan en los pasos de cebra. En caso de una emergencia , saben perfectamente que hacer y a quién llamar , además de conocer primeros auxilios.
Me di cuenta de que estas dos sociedades secretas luchan por el domino de Santiago, y que dentro de esta guerra secreta, nosotros estamos en medio. Es necesario tomar bando.
A mi me cuesta distinguir entre uno y otro.
Aunque si sé una cosa...a los hombres capaces les gustan mucho los cuentos.
Los dejo con uno de los mejores cuentos de Rami. Disfrutenlo
Diego
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La apnea crónico-súbita es un verdadero problema. Sobre todo cuando tomas el último metro de la noche con dirección Escuela Militar. Si te quedas dormido profundamente, puede ser que te pasen por alto al momento de guardar el tren por la noche.
Y ahí estaba yo, preocupado y encerrado a las 3 de la mañana dentro de un vagón de metro. En eso , escuché voces...mi instinto de supervivencia me advirtió de inmediato del peligro. “Son extraterrestres” , pensé.
Cuando se prendieron las luces y se abrieron las puertas, dudé antes de salir. ¿Cómo era posible que se abriesen a las 3:15 de la mañana? Además, se bajaron unas 50 personas del metro. Seguramente estaban escondidas debajo de los asientos y entre los vagones, deduje. Uno de ellos me estiró la mano. -“Don Gonzalo Gutiérrez, para servirle. ¿Es usted nuevo?”
Más por miedo a decir que no que por convicción, asentí con la cabeza.
Se abrió una puerta entre las paredes grises.
“Bienvenidos a nuestra reunión secreta número 326”. El orador hablaba con el tono eficiente de los cajeros de banco. “Tenemos varios temas hoy en nuestra agenda....”
Yo estaba dentro por una organización secreta...de eso no había duda. El problema es que no logré comprender nada hasta que enunciaron su objetivo: “Hemos de molestar a los mortales y hacerles la vida imposible”.
Se hacían llamar “Los Molestantes” . Su trabajo era ese: Hacernos la vida a todos más difícil. Yo sabía que existían personas así, pero todas trabajaban de forma aislada, nunca de forma organizada. Estos tipos eran peligrosos. Los días 30 salían en patota a hacer la cola más larga en los bancos de Santiago. Lo peor: cuando llegaban al final, hacían la cola de nuevo...
Suelen tomarse de las manos y caminar lento por los paseos peatonales. Su día favorito: 24 de diciembre, como a las 4 pm.
Solían averiguar el día en que los discos del Pollo Fuentes eran sacados de las disquerías y, acto seguido, compraban las suficientes copias para mantenerlo en circulación...estos tipos eran unos verdaderos terroristas...si hasta tenían una división especializada en llamar a las radios y pedir 1000 veces la canción “Chuchuca”.
A la hora en que se reanudó el servicio del metro, los molestantes se mezclaron entre la gente, pasando desapercibidos con sus ternos grises y corbatas azules.
El problema es que desde ese mismo momento, entré en un estado de constante paranoia, viendo a los Molestantes por todo Santiago.
En la micro, en la consulta del dentista, en la dirección del tránsito.
Además, me di cuenta de que Santiago está lleno de este tipo de personas...
Una vez que terminé los exámenes de mi Universidad, me fui a relajarme a un cine-arte. La apnea crónico-súbita me hizo perderme la película. No creo que me haya perdido mucho...era de cine-arte.
Me despertaron unas fuertes luces. Sobre el escenario, un orador. “No”, me dije, “otra vez los Molestantes”...pero esta vez, la voz me sacó de mi sopor. Era una voz con fuerza, reconfortante y segura.
“-Damos por comenzada la sesión número 456 de Los Hombres Capaces...”
No lo podía creer. Existía una sociedad secreta que intentaba contrarrestar el poder de los Molestantes mediante obras que hacen la vida más fácil a los demás.
Los Hombres Capaces son esas personas que te siguen cuadra y media para avisarte que se te quedó el abrigo en el restaurant. Además , le ceden el asiento a las ancianas y frenan en los pasos de cebra. En caso de una emergencia , saben perfectamente que hacer y a quién llamar , además de conocer primeros auxilios.
Me di cuenta de que estas dos sociedades secretas luchan por el domino de Santiago, y que dentro de esta guerra secreta, nosotros estamos en medio. Es necesario tomar bando.
A mi me cuesta distinguir entre uno y otro.
Aunque si sé una cosa...a los hombres capaces les gustan mucho los cuentos.
6 Comments:
Me encanta este cuento, nos acompañó en nuestro viaje y, a pesar de que en algún momento califique a alguno de molestante, la verdad... creo que siempre estuve rodeada de hombres y mujeres capaces.
Gran aporte tu blog... adoro los cuentos
Bien bueno...
muy muy bueno el cuento, me gusto mucho... en verdad que es una buena mirada a la sociedad.... me gusto ene
es buena la idea, demasiado parecido a un cuento de Cortazar que aparece en "Queremos tanto a Glenda" pero buen al fin.
Diego, leiiiiiiiiii todos tus cuentos!! como te explico lo que me gustaron, me dejaron voquiabierta, estan del uno, me gustan mucho estas cosas, y este el de los Molestantes, es ideal, yo fui molestante , deje de serlo hace 2 meses. fue solo una cuestion de actitud....suerte besos, sigue asi y con los cuentos tb.
La que no te ve nunca....
Dani Lozier
Dani:
Que bueno que te hayan gustado y que te hayas aparecido. El cuento que tanto te gustó es de un amigo mio. Espero más, si quieres mandarme alguno tuyo yo feliz
Un beso
Diego
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